Oregón, USA, 28 de marzo, 2024.
Ajustador del Pensamiento.
Asunto: “El Perdón, Otra Puerta de Entrada a la Divinidad.”

Mensaje recibido por Anyas.

Ajustador del Pensamiento: “El orgullo se interpone en el camino del perdón. Muchos esperan que el ‘infractor’ dé el primer paso de humildad pidiendo perdón. ¿Podría provenir de un lugar de ego herido, y no de un lugar de perdón radical? Se desnaturaliza, y se convierte en una especie de trueque: tu perdón por una disculpa. Te presentas como magnánimo, pero eres condescendiente y calculador.

“Jesús retrató la conquista por el sacrificio: el sacrificio del orgullo y el egoísmo. Al mostrar misericordia, él quería representar la liberación espiritual de todos los rencores; resentimientos; ira; el ansia de poder egoísta; y la venganza.” [LU, 141:3.8]

Ahora, veamos el camino DIVINO del genuino perdón, ejemplificado por Jesús en múltiples ocasiones. No tenía nada que ver con la respuesta de un frágil ego porque Él no interpretó las ofensas infligidas sobre Él como injurias a su dignidad. Las atribuyó a la ignorancia humana, lo que validó la necesidad de la salvación que Él vino a proveer.

Perdonó en el acto, incluso cuando estaba en agonía en una cruz de madera. Esto llevó al centurión que presenció tan noble y desinteresado comportamiento, a golpearse el pecho y decir: “Este era en verdad un hombre justo; verdaderamente debe haber sido un Hijo de Dios.” [LU, 187:5.5] Este centurión se convirtió en testimonio viviente de la Divinidad de Jesús.

“El Padre en el Cielo te ha perdonado incluso antes que tú hayas pensado en pedírselo, pero tal perdón no está disponible en tu experiencia de religión personal hasta el momento en que perdones a tus semejantes. El perdón de Dios, de hecho, no está condicionado a que perdones a otros, pero en la experiencia está exactamente así condicionado. Y este hecho de la sincronía del perdón divino y humano fue así reconocido y vinculado, en la oración que Jesús les enseñó a los apóstoles.” [LU, 146:2.4]

La Oración del Creyente que Jesús enseñó está redactada para hacer explícito que primero tú tienes que perdonar, para recoger el perdón por siempre extendido del Padre. “Y perdona nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.” [LU: 143:3.9-10] Esta actitud te acerca a la Divinidad, centrada en el otro, donde no se espera nada a cambio.”

Traducido por Silvia Adriana Cohane.

© Grupo de Progreso 11:11.
No importa cuál sea la pregunta, la respuesta siempre es El Amor.

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