Alabama, EU de A, 12 de agosto, 2014.
Maestro: Ajustador del Pensamiento.
Tema: “Hambre de Verdad”

Mensaje recibido por Oscar.

Ajustador del Pensamiento: “No te dejes engañar cuando todo marcha bien en tu vida y confundes la tranquilidad que sientes con los atributos de una vida más espiritual. Es cuando la vida tiene sus reveses y cuando te ves forzado a mirar dentro de ti y reevaluar lo que antes asumías como una certeza, que tu fe se elevará más cerca del Padre. Hay mucho en el ser humano que es producto de la confusión y la parcialidad del ambiente en el que vive. Estas cosas deberán desecharse tarde o temprano. Cuando la vida te sorprenda con esas oportunidades para afirmar tu fe y dejar atrás aquello que ya no necesitas, regocíjate pues estás dando un paso más hacia tu meta eterna.

Por lo general, cuando los mortales observan como los lugares de comodidad y seguridad que habían construido para sí mismos comienzan a derrumbarse, el primer impulso es reconstruirlos y aferrarse a lo que ya conocen. Son muy pocos los que saben reconocer que los cambios son oportunidades para mejorar, para volverse algo mejor, y para hacer de su vida una expresión cada vez más fiel de la voluntad del Padre.

Muchas veces pueden sentir que incluso vuestra fe se desvanece. Sin embargo, no asuman que la fe es lo que creen. La fe tiene poco que ver con ideologías, dogmas y tradiciones. La fe no es más que curiosidad teñida de esperanza. Siempre y cuando dentro de ustedes exista ese impulso por conocer y comprender a Dios, por hallar vuestro lugar en el mundo y descubrir el propósito de vuestra existencia, la tenue llama de vuestra fe contará con el combustible necesario para permanecer encendida, pues es el Maestro Interno – la presencia del Padre dentro de ti – quien inspira estas inquietudes y no cesa de llamar a los hijos de Dios hacia su meta eterna.

En verdad te digo que es mejor una fe que anhela respuestas y busca sin desalentarse comprender lo que no conoce que una fe llena de conceptos, ideales, tradiciones y doctrinas. Esta última está llena de obstáculos. Es como el hombre que tiene hambre e intenta llenar su estómago con agua. Su cuerpo se sentirá lleno y pesado, pero al no recibir la nutrición que necesita el hambre no desaparecerá. Aquellos que han vaciado sus almas de todas las ilusiones, las falsedades y los errores que el mundo promueve, estarán mejor preparados para recibir el alimento espiritual y sabrán con más claridad que tan grande es su hambre de verdad.

Esta es la fe de un niño, de la que tanto les habló el Maestro. Es la fe de quien acepta que es muy poco lo que sabe y comprende que incluso lo poco que cree saber tal vez sea relativo o posiblemente errado. Esta es la fe que permite corregir el curso y ajustar continuamente los pasos para seguir el camino hacia la meta de la perfección. Esta es la fe de la humildad verdadera, aquella de quienes comprenden lo lejos que están del propósito de su vida y lo necesitados que están de ayuda y orientación. Estos son los afortunados, pues cuando la ayuda se presente sabrán reconocerla y aprovecharla, mientras que los que están llenos de orgullo espiritual creen no necesitar nada mientras en realidad carecen de todo.”

© Grupo de Progreso 11:11.
La fe es solamente curiosidad teñida de esperanza — Ajustador del Pensamiento.

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